El milagro de la canonización

La tarde del 14 de mayo de 1998 Alfredo e Isila, dos pequeños de Ranquish (Peru) que habían jugado de un charco, estaban completamente mojados y debieron quitarse la ropa permaneciendo en el frió. Después de haberlos acostado, su mama se dio cuenta que estaban muy mal: tenían una respiración difícil, fiebre muy alta, deliraban y se quejaban de dolores en las costillas. Fue llamado el medico que diagnostico que Alfredo e Isela estaban enfermos de bronco pulmonía aguda y era necesario internarlos inmediatamente en el hospital. Los padres, temiendo que sus hijos murieran durante el viaje, no aceptaron el consejo e invocaron la intersección del beato Marello donde el poblado propiamente en esos días se preparaba para la llegada de un busto.

Alfredo e Isela, que estaban en cama agotados, al escuchar que había llegado la efigie de José Marello se levantaron improvisadamente curados y juntos con su mamá se unieron a los otros fieles para ir a dar gracias del milagro obtenido.  

Niños del Milagro Alfredo e Isila, con sus padres.